Sección 1.6 Deshojando La Margarita.
A Margarita, recaló Aguirre, un lunes 20 de julio de 1561, con dos bergantines que habían construido los marañones durante la travesía amazónica: «el Victoria y el Santiago». Aguirre entró por el puerto oriental (la ensenada de Paraguachí) que luego fue bautizado con un mote despectivo: “puerto del Tirano”; el otro bergantín, al mando de —su muy amigo— y su maestro de campo Martín Pérez, hizo tierra por la banda norte a dos leguas.
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… que fuesen en demanda de la trinidad, los cuales, desde el día que desembarcaron por el río, en doce días llegaron con los dichos dos bergantines a reconocer la dicha isla de la trinidad), y de ay fueron a reconocer a la margarita, y a cabo de tres días, llegaron a la isla margarita, a un puerto cuatro leguas del pueblo donde está la fortaleza, …(Acuña 27-08-1561) [32].
Con astucia y determinación (pero sin mucho esfuerzo), –el loco– logra engañar a los vecinos y a sus autoridades, dos días después se encuentra instalado y apertrechado en la fortaleza del Pueblo de la Mar (Porlamar); donde mantendrá cautivo al teniente de la gobernadora (y a otros). En cuarenta días que se estacionó en la isla junto con sus marañones, causaron muchos crímenes y desmanes; Aguirre literalmente atracó y deshojo La Margarita. Sólo allí, directa o indirectamente, ejecutó a veinticinco personas: 14 de sus marañones y 11 de los vecinos de la isla [72].
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En la Relación Custodio Hernández, el autor dice que mató 20 de los suyos y 11 de Margarita. [31].
Cuando Lope de Aguirre hace su entrada en el oriente de Tierra Firme: fray Francisco de Montesinos (Primer Provincial de la provincia de Santa Cruz, de la Orden de Santo Domingo; «mitad monje, mitad soldado» [46]) se encontraba arranchado en la costa de Maracapana (alrededores de: Barcelona-Guanta-Santa Fe); con un —ejército— de treinta hombres poco más o menos. Con aprobación real, pretendía hacer la conversión de los aruacas; para ello contaba con sus soldados y una embarcación armada; pero Aguirre perturba su horizonte; y viceversa.
Algunos de los huidos de los poblados de la isla de Margarita, fueron capturados diligentemente por los propios vecinos a petición firmada de su gobernador; bajo la coacción del acero, pero a sabiendas del resultado de esas diligencias. Inclementes fueron entregados al Aguirre para ser ejecutados; —hasta la confesión se les negó—, que para ellos era tal como condenarlos indefinidamente al infierno. Sin embargo, luego de la partida de Aguirre, se quiso disimular esas diligencias: Entonces se acogieron al pueblo los vecinos y soldados huidos, a los cuales dijo la justicia que tuviesen el pueblo por cárcel y a dos o tres pusieron presos, procediendo contra ellos el alcalde apasionadamente sin recordar que él había servido al tirano más que al Rey. Si no hubiera tenido superior a quien dejar cuenta “sin duda mataría aquellos contra quienes procedía” [4]. Unos fueron muy malos y salvajes y los otros no menos; y también.

[AGI. MP-Venezuela, 36].
Uno de los fugados en Margarita, fue Pedro Alonso Galeas, al parecer se escapó mofándose de Aguirre, Siendo gran jinete, pudo con astucia en una ingeniosa treta, pues simulando ejercitar un veloz caballo que el tirano le había robado al gobernador Villandrando, desapareció a galope tendido hasta la playa donde le esperaba escondida una piragua. La navecilla le llevó a donde estaba Fajardo… [40]. La canoa y los remeros utilizada por Galeas, la proporcionó el vecino margariteño Díaz de Acebedo, posiblemente con la intención de que ese marañón, expusiera los detalles del ejército de Aguirre, a las autoridades de la gobernación de Venezuela. Pedro Alonso Galeas hace la travesía de Margarita a la costa de los Caracas; llegando al pueblo del Collado, fundado por el mestizo Fajardo; luego continúa a Borburata. Es por ese marañón, que Francisco Fajardo se entera de la presencia del tirano Lope de Aguirre en Margarita; y de los sucesos allá acaecidos; y por eso parte veloz a defender a sus paisanos …
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«Pero Alonso Galeas natural de “azeuches” —Acechuche, Cáceres— hacía veintitrés años que servía en Indias en Perú, Méjico, la Florida con Hernando de Soto, contra Pizarro con Gasca y con don Juan de Sandoval salió de Trujillo contra Girón. Hechas sus informaciones en Tocuyo, pasó a Santo Domingo e hizo allí otra comenzada el 29 de julio. De allí marchó a pedir mercedes a Madrid y en esta villa depuso como único testigo en una información de P. Collado (el 7 mayo 1563). En 1567 aparece tomando parte gloriosa en la expedición de Lozada para fundar la actual Caracas definitivamente. En el año siguiente impidió, sin sospecharlo, un asalto de los indios a la ciudad y en el de 1572 redujo a los indios Mariches» [32].
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En testimonio de una Probanza hecha el 14 de junio de 1594, en la ciudad de la Asunción, Antón Díaz de Acevedo, dijo que se encontraba en Margarita a la llegada de Aguirre: … y no pudiendo hazer efeto contra el por la mucha fuerza que traía … procuró hacerle todo el daño que pudo. A pero Alo G. buscó una embarcación y gente que le llevase a Borburata y diole cartas para esta ciudad. Corroborado por Juan Velazquez de Rojas, Juan Rodriguez Quintero, Frco de Aguilera, Anton Carrasco —Aguirre escribió cartas a varios vecinos— Cristobal Velazquez y Lorenzo Carión, al que Aguirre llevo preso a Borburata. Este último dice que, Pero Alonso Galeas huyó a donde estaba Acebedo. Asunción de la Margarita 24 de mayo de 1597 [32].
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Luego de avisar a Francisco Fajardo, el marañón … Galeas se drigía a Borburata donde llegó desoués que los “marañones” y evitando su encuentro se fue a Nueva Valencia y Barquisimeto. Su llegada al real de los leales fue de gran utilidad para informar a éstos de que la mayoría de los rebeldes se acogerían al estandarte del Rey en cuando tuviesen ocasión, para seguir forzados hasta entonces al tirano, información que por entonces era muy precisa para animar a los venezolanos…. En el texto de la llamada a la cita se aclara que Galeas llegó fue al Collado; a donde estaba Francisco Fajardo [32].
Estando Aguirre, pronto de partir, el mestizo Fajardo se hizo presente en su proximidad con un ejército de amigo para hostilizarlo: vino un Francisco Fajardo, vecino de un pueblo que se dice Caracas —el Collado—, en la gobernación de Venezuela, con ciertos indios flecheros y enherbolaros, en socorro de los vecinos de la isla, y se puso en un monte, media legua del pueblo. Aguirre, intenta parlamentar con Fajardo (utilizando el poder de las palabras en papel), pero ante su negativa y en proporción a las circunstancias, encierra a todos sus soldados en la fortaleza y al día siguiente decide partir: … y así hizo un portillo, a las espaldas de la fortaleza hacia la mar, y por allí hacía embarcar toda la gente uno a uno [72]. Francisco Fajardo le hace algunos daños y amagues, pero sobre todo le toma la fuente de agua; quizás fue la privación más trascendente que aceleró la partida del tirano. —¿Fajardo, es «un conquistador» que llega con un ejército de españoles? o —¿Fajardo, es «un caudillo mestizo» defendiendo sus tierras; con parientes, amigos e indios traídos desde las tierras de Los Caracas? …
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«Lorenzo de Carrión, gran amigo de Fajardo se encontraba prisionero en el castillo y nos dice que “el tirano como vido lo suso dicho lescrivio una carta al dicho don Francisco Faxardo rogandole y persuadiendole que dexase de servir al rrey nuestro señor y se biniese a confederar con el que le aria mucha honra y le daria plaza de maestre de campo” [40] .
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… el trato e quitándole las saguadas y dándole pesadumbre fue parte para que mas aynas se fuese el dicho tirano desta isla como se fue y sabe este testigo como lescrivio una carta de desafio al dicho tirano y el dicho tirano se fue luego dentro de quatro días y sino se fuera hisiera mucho mas daños de los que hizo… [40].
Toda la crónica de Aguirre es profusa en detalles, está recogida en las Relaciones de varios de sus marañones y en los autos de la Real Audiencia de Santo Domingo; es mucho lo que al respecto se ha escrito y divulgado. No es necesario recontarla; pero si resaltar algunos acontecimientos, sobre todo las partes que se obviaron; o se han disimulado.