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Sección 3.6 La traza característica de la calle La Luneta.

Al parecer esta calle toma el nombre de Luneta derivado de una estructura militar, que se encontraba en la proximidad de su entrada norte para 1821; cuando el gobierno de José Caturla (La Cuneta del Príncipe) 1 . La calle de la Luneta es ancha en su entrada norte y estrecha hacia la calle Urica (resaltado verde en Figura 3.6.1 y Figura 3.6.2), forma que mantuvo al paso de los siglos; lo que permite con gran facilidad (por extensión del eje de la calle), identificar el lugar que ocupaban las casas frontales a la Plaza de Armas del Castillo de Santa María de la Cabeza.

La extensión actual de la calle de La Luneta no existía en el siglo XVIII, es una vía secundaria de servicio de mediados del siglo XIX: va por detrás de la Iglesia Santa Inés y pie de la eminencia de San Antonio; (resaltado -naranja rayado- en la Figura 3.6.1, entre la Rivero en morado y la Badaracco Bermúdez en amarillo). No estaba allí cuando el nacimiento de Antonio José de Sucre; su traza y construcción se realiza sobre parte del terreno que ocupó el sagrado y olvidado sitio de su nacimiento.

Figura 3.6.1. - Calle de La Luneta (resaltado naranja sólido) y su extensión (naranja rayado); entre las calles: Rivero (en morado) y la Badaracco Bermúdez (en amarillo). Esta extensión data de mediados del siglo XIX; no existía en el siglo XVIII. (C.N. misión 40).
Figura 3.6.2. - El barrio San Francisco de Cumaná. Arriba, a la izquierda: «el plano de Los Guardiamarinas» [BNV, álbum V5, foto 111]. A la derecha, «el plano de Perelló» (MP - Venezuela, 178). Debajo: fotografía aérea de 1937 (C.N. misión 40). La traza de las actuales calles: Urica (resaltado vede), Badaracco Bermúdez (en amarillo), Sucre (en azul) y La Luneta (en naranja). En la fotografía aérea se puede observar (extendiendo el eje de la calle La Luneta hacia el norte), el monumento construido de acuerdo al decreto del General Eliseo Sarmiento de 1913 (Contreras, R.).
«Las baterías de San Felipe, Santa María, la Cuneta del Príncipe y de la cabeza del puente abrieron también un fuego mortífero sobre los asaltantes: éstos por su parte nos enviaron varios botes de metralla a favor de una pieza de bronce que nos hacía mucho daño» [25]