Sección 3.5 El plano de Juan Antonio Perelló de 1774.
El Ingeniero Delineador don Juan Antonio Perelló, recibió licencia para embarcarse a Cumaná el 11 de junio de 1768 . A su llegada, consigue una ciudad desarreglada, e impactada por el violento terremoto del 21 de octubre de 1766; «fue a una vez el más funesto para los colonos y el más notable para la historia física del país… fue enteramente destruida la ciudad de Cumaná» [16]. Perelló para atender la comisión de reorganizar la ciudad, levanta el «Plano General de Cumaná y sus contornos» [AGI, MP-Venezuela, 178]. Su cartografía deja constancia de la ocupación de los nuevos espacios; organiza un nuevo pueblo para los Guaiqueríes de El Salado.
En el plano de Perelló de 1774, el barrio San Francisco, presenta una estructura reticular consolidada, con la firme expresión de las trazas de sus calles; reticulado que hemos heredado intacta. Muy poco difiere del plano de los Guardias Marinas (+1753); sobre todo en el entorno de la Plaza de Armas del fuerte de Santa María de la Cabeza. En ambos planos, son identificables, las trazas antiguas de las actuales calles de la ciudad, entre otras: Urica (resaltado vede), Badaracco Bermúdez (resaltado amarillo), Sucre (resaltado azul) y La Luneta (resaltada en naranja); colores referidos a: Figura 3.6.1 y Figura 3.6.2. Lo que nos permite configurar con precisión la estructura urbana de ese sector de la ciudad a mediados del siglo XVIII.
El relleno color carmín de los espacios urbanos, indica la forma de los inmuebles consolidados o construidos y también expresa la extensión o el área que ocupaban. En amarillo: se muestra lo planificado o espacios por construir, demoler o alterar (colore de uso tradicional y formal en la cartografía española del siglo XVIII).
En 1774, cuando el Ingeniero Perelló levantó el plano de Cumaná y sus alrededores, la casa donde se había alojado don José de Iturriaga en 1754, permanecía de pie e incólume. Aún restaban 21 años para el nacimiento del Gran Mariscal de Ayacucho.