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Sección 2.3 La Real Orden de 1772.

El gobernador de Cumaná, coronel y Caballero de la Orden de Santiago, don José Urrutia Ramírez de Guzmán, en septiembre de 1773, acusa recibo de la Real Orden de diciembre de 1772, con sugerencias de Bartolomé Amphoux Bonavia para la organización urbana: 1 

  1. Que nadie fabrique en los contornos de San Antonio.

  2. Que desde el reducto al castillo de Santa María no se levanten edificios en la acera donde está la ermita del Carmen, ni se reparen los fabricados.

  3. Que no se permita aumentar la manzana de casas que hace frente a la calle San Francisco.

  4. Que en los contornos de San Antonio no se saque tierra, ni se depositen ruinas.

  5. Que las casas que se fabriquen nuevas sigan la línea de la calle que tuviere demarcada.

  6. Que si una casa se fabrica al lado de otra, queden las dos unidas sin espacio alguno intermedio.

  7. Que en adelante no tengan las casas gradas, ni puertas por la parte de la calle.

Además de las prohibiciones enumeradas, la Real Orden mandaba la construcción de una batería en el río, la mejora del fuerte de San Antonio, la demolición del fuerte de Santa María de la Cabeza, la demolición de la antigua iglesia parroquial y «demás edificios que están en el plano de derribo»; ensoñaciones un muy lejano monarca.

En 1974 el Presidente Carlos Andrés Pérez, crea por Decreto una comisión, con el fin de investigar y acopiar los datos necesarios para determinar el sitio de la ciudad de Cumaná donde nació el Gran Mariscal de Ayacucho 2 . Reunidos en la casa Andrés Eloy Blanco de Cumaná, los días 6,7 y 20 de julio de 1974; terminan por levantar una insólita acta, que no contó con el acuerdo de la mayoría [Figura A.0.15, Figura A.0.16, Figura A.0.17,Figura A.0.18]. Pero a pesar que dicha acta no fue firmada por algunos miembros de la Comisión y de la observación del Dr. D’Ascoli respecto a que “debería continuar la investigación”, el Ejecutivo Nacional recibe la recomendación de edificar un monumento alusivo al nacimiento de AJS, en el sitio de la calle Belén (actual calle Montes). Pero por insólito que parezca, aún reposa una flamante placa en ese equivocado lugar: inexacta doblemente, ya que no está en el lugar donde estuvo la casa de la calle de Belén de don Vicente Sucre (ver Introducción A.C.). Sucre no nació en Belén: pero pesó en la decisión de la Comisión Presidencial, la Real Orden de 1772 3 .

La Real Orden de 1772, ha sido aludida por la Academia Nacional de la Historia, como prueba “irrebatible” para descartar el sitio de La Luneta como lugar de ubicación de la Casa Natal del Gran Mariscal de Ayacucho; según la tesis propuesta por el minucioso y probo investigador don Pedro Elías Marcano. El Dr. Ramón Martínez en 1994, elevara a dicha institución una consulta concerniente a la definición del lugar de la Casa Natal del Gran Mariscal de Ayacucho (motivado por el Art. 5º del Decreto Presidencia no. 3223 del 8-10-1993 del Dr. Ramón J. Velásquez; relativo al Año Bicentenario de AJS) 4 . En Sesión Ordinaria del 10 de febrero de 1994, la Academia Nacional de la Historia acordó una posición, que en nombre del cuerpo académico la emite su Director Dr. Guillermo Morón: “Esta área fue sin embargo inhabilitada por Real Cédula de 1772 como residencia, dada su cercanía a las fortificaciones defensivas de la urbe» 5 ; cerrando el fallo de ese cuerpo académico con el sello lapidario con que esa Institución amarra la historia patria; «Esperamos haber respondido al objeto propuesto, con este esclarecimiento que bien puede avalar nuestra Corporación, máxima autoridad en el orden especializado de la competencia que le asigna la ley». Pero como el peso de la verdad es innegable; el Dr. Morón asoma la tesis de don Pedro Elías Marcano, solo como un supuesto secundario.

Nuevamente en 1995, la Academia Nacional de la Historia, rechaza la posibilidad del sitio de la Luneta, al no adherirse a las explicaciones y demostraciones que el cronista de la ciudad de Cumaná, Dr. Rafael José Gómez Rodríguez, adujo en su TEMA-DISCURSO DE INCORPORACIÓN a esa Institución [14]; en defensa de la tesis de Pedro Elías Marcano. Aún en el presente la ANH alega la Real Orden de 1772; se han convertido en sus únicos obedientes.

Las reales ordenes de 1772-73, tratan sobre el ordenamiento urbano de la ciudad de Cumaná luego de la destrucción por el violento terremoto del 21 de octubre de 1766. La corona consulta la reorganización urbana de Cumaná con el Ingeniero militar Bartolomé Amphoux -en España en 1773 ya que él conoció los estragos del terremoto por que estuvo en Cumaná en 1767-, en 1774 envía al Ingeniero Delineador 6  Juan Antonio Perelló; y después al Brigadier de Ingeniero Joaquín Crame en 1777 (detalles en los Argumentos Cartográficos).

Las ordenes eran además precauciones estratégicas ante el advenimiento de adversidades 7 . Las indicaciones en los textos de las Cédulas, en caso de su fiel cumplimiento, garantizaban ventajas estratégicas ante un invasor; pero la misma son pruebas alegadas respecto a que nada o muy poco se cumplió de su contenido. Por ejemplo: no se demolió el fuerte de Santa María de la Cabeza y mucho menos la iglesia Parroquial; instrucciones que formaban parte de las reales ordenes emitidas.

Queda aclarado en los Argumentos Cartográficos que la ciudad creció en el entorno del fuerte de Santa María de la Cabeza; a pesar de la Real Ordenanza de 1773. Hasta lo que se ha podido verificar en los archivos públicos y privados, no se ha presentado un documento, plano o cartograma referido al lugar, que permita explicar – ¿cómo a pesar de la Real Cédula de 1773, don Vicente pudo levantar su primera familia en una edificación frontal a la Plaza de Armas del fuerte de Santa María de la Cabeza? – Los que han estado en acuerdo o en contra de la tesis de don PEM: han asumido que don Vicente Sucre construyó la casa de la Luneta desde cero, en un solar desocupado y vacío. Sin pensar que pudo reparar una edificación existente, arruinada por los continuos terremotos, o levantada sobre los cimientos de una anterior. Lo que no se podría considerar como un incumplimiento de la Real Orden. Construir sobre antiguos cimientos es un caso verificable en las añejas edificaciones de Cumaná; entre ellas la Iglesia Santa Inés y la gran mayoría de las casas que cayeron en los grandes terremotos de los siglos XVIII, XIX y XX. Se puede decir sin temor a exagerar:

“Cumaná es una ciudad novísima, a pesar de sus 500 años; como el Fénix, ha resurgido de sus continuas ruinas.”

―RJCG
Real Orden recibida en Cumaná el 30-09-1773 [AGI, Caracas, 128]. Es consecuencia de la Real Orden del 12-12-1772 [AGI, Caracas, 879]. Documentos N°. 2117 y N°. 2140, de los recopilados por Enrique Marco Dorta en Materiales Para la Historia de la Cultura en Venezuela [7]. Nota: Al parecer las sugerencias del Ingeniero Amphoux, las hizo desde España; sirvió en Guayana desde 1767 a 1771 luego regresa a la Península; fallece a los 85 años.
Decreto No. 131 de fecha 4 de junio de 1974, publicado en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela No 30416. Conformada por los ciudadanos: Carlos D’Ascoli, Alberto Sanabria, Mariano Parra León, Rafael José Gómez, José Mercedes Gómez y Salcedo Bastardo. (En: Gómez, 1995. Anexo A, Folio “B”)
Según informó personalmente al autor RJCG, el Dr. Mercedes Gómez (1990).
Artículo \(5^{to}\text{.}\)- Previa determinación avalada con el juicio de historiadores competentes sobre el lugar probable de la Casa Natal de Sucre, en Cumaná, levántese allí la edificación conmemorativa correspondiente. (Gaceta Oficial de la República de Venezuela Número 35.325, del 26-10-1993. Presidencia de La Republica Decreto No 3223 del 8-10-1993; Figura A.0.19, Figura A.0.20).
Morón, 1994. Comunicación No. 045 del Director de la Academia Nacional de la Historia, emitida en Caracas el 04-04-1994; dirigida al gobernador del estado Sucre Dr. Ramón Martínez [Figura A.0.21,Figura A.0.22].
Ingeniero Delineador significaba que ya había concluido el período de aprendizaje y podía trazar sus propias obras; (Luego de ingeniero voluntario, los cargos equivalían a: delineador-alférez/subteniente, extraordinario-teniente, ordinario-capitán, segunda-teniente coronel, jefe-coronel, y director-brigadier).
Adjunto a las Real Orden, venía el proyecto de fortificación y de reorganización urbana para la ciudad de Cumaná, hecho por el Ingeniero Bartolomé Amphoux (5 folios) [7].