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Sección 3.2 El levantamiento detallado de la ciudad de Cumaná a mediados del siglo XVIII.

Entre las muchas expediciones de carácter científico enviadas al Nuevo Mundo, destaca, La Expedición de Límites, Expedición Secreta o Expedición al Orinoco: «la primera expedición científica del siglo XVIII, completamente española en sus orígenes y organización» [18]. Fue consecuencia del tratado de Madrid del 13 de enero de 1750, que intentó acordar los límites entre España y Portugal. El cargo de Primer Comisario de la Expedición de Límites y Jefe de la Escuadra de la Real Armada recayó sobre José de Iturriaga; recién nombrado Caballero de Santiago, con una gran experiencia en la defensa de las posesiones españolas en el Caribe (la Habana, Puerto Cabello y la Guaira). La expedición parte desde Cádiz el 15 de febrero de 1754, tras 54 días de navegación, sin aviso previo 1 , el 10 de abril por la mañana llegan en sendos navíos a Cumaná; la fragata: La Pura y Limpia, concepción y San Marcos [11] y otro navío llamado Santa Ana [17]. Era la Cumaná de mediados del siglo XVIII, la única ciudad y puerto en la Nueva Andalucía, con posibilidad de atender aquel considerable número de científicos: geógrafos, astrónomos, ingenieros, marinos, militares, dibujantes, médico y botánicos; antes de que partieran a su destino final, hacia el sur, al Orinoco y también al Esequibo.

Los miembros de la Expedición de Límites a su llegada levantan en detalle el plano de la ciudad de Cumaná; también sus costas e islas cercanas. Constancia de ello se encuentra en el plano cuyo original reposa en la colección del Museo Naval de la Armada española en Madrid, bajo la signatura [MN: 30-A-7]: «Plano de una parte de la ciudad de Cumaná con el Castillo de San Antonio» 2 ; que puede considerarse como el levantamiento topográfico más preciso de la ciudad y del río, hasta la fecha de su creación. Muestra una ciudad que se extiende desde el antiguo barrio de Chiclana hasta algo más allá de la iglesia parroquial (actual iglesia Santa Inés). Está levantado mediante el uso de técnicas topográficas muy refinadas, de las cuales se deja constancia sobre el mismo plano; mediante líneas tenues y puntos planimétricos. Para su elaboración, se utilizaron los instrumentos científicos más sofisticados de la época (telescopios, cuartos de círculos, teodolitos, planchetas, libros, anuarios astronómicos, etc.). En 1754, ese bullicio científico despertó a Cumaná y Guayana.

Por su carácter secreto e intereses políticos y científicos: dirigir el trazado de la línea fronteriza; la expulsión de los holandeses del margen oriental del Esequibo y el estudio de la quina de Guayana (entre otros).
En la colección del Museo Naval de la Armada española está intitulado como [Plano de una parte de la ciudad de Cumaná con el Castillo de San Antonio], se presenta sin fecha y le asignan la autoría a: Jph. Solano, Antonio Urrutia y Eugenio Alvarado (http://bvpb.mcu.es/es/consulta/registro.cmd?id=434661).