Sección 1.1 La Casa al occidente de la Calle de Nuestra Señora de Belén.
1.- La Casa al occidente de la Calle de Nuestra Señora de Belén, que en la actualidad se denomina Calle Ribas, fue la residencia del Gobernador don Miguel Marmión y su familia, desde el año 1775 hasta el de 1785, cuando él parte de la ciudad para desempeñar otro cargo, al servicio de la Corona. Desde entonces, aparece ésta residencia, como una de las propiedades que la Gobernación de Cumaná poseía en la ciudad.
Aunque no tenemos datos que lo confirmen de manera concreta, este hermoso palacio, podría haber sido una residencia de las que por su tipología eran denominadas: La Casa del Rey, que eran amplias moradas con todos los servicios y bien amuebladas según el gusto de la época, donde podía permanecer por ciertos momentos o períodos, el Gobernador y otras altas personalidades.
Estas edificaciones gubernamentales, también servían como hospedaje, para albergar a visitantes notables, de paso por la ciudad, por períodos variables. Como veremos a continuación, el uso que se le dio al inmueble, confirma la anterior teoría, aparte, de que en la ciudad, como en todas las demás ciudades, y hasta en los pueblos, existía una Casa del Rey.
Hacia 1794, vivió allí, de manera transitoria, el Gobernador don Vicente de Emparan y Orbe, durante todo el tiempo transcurrido, mientras se realizaban los trabajos de restauración de la Casa de los Gobernadores en la Plaza del Mercado, en la Calle del Paraíso, donde hoy funciona el Hotel Miranda.
Cuando el notable sabio Alexander Von Humboldt, llega a la ciudad, para realizar sus estudios científicos, se residencia en ese céntrico palacio, durante todo el tiempo que permaneció en Santa Inés de Cumaná, debido a que aún estaba en posesión de la Gobernación de Cumaná.
El gobierno regional la destinó para albergar a tan distinguido visitante, aunque éste pasaba largos momentos en la Casa de los Gobernadores. Don Vicente de Sucre compró esa residencia, probablemente, después del año 1804, cuando asume el gobierno el nuevo Capitán General de la Nueva Andalucía, don Juan Manuel de Cajigal y Niño.
Debido a este dato cronológico, no es probable que Antonio José haya nacido allí, porque la compra se realizó muchos años después de ese acontecimiento.
Esa casa, que en realidad es un palacio nobiliario, como hemos hecho entender, no se encuentra en el lugar donde se colocó la placa conmemorativa del nacimiento de Sucre, en la esquina occidental del Liceo Antonio José de Sucre, en la actual Calle Montes.
Debido a diversos autores, la tradición y la documentación existente, conocemos muy bien, que la residencia donde vivió el Gobernador Marmión, y después a don Vicente, le perteneció a la Familia Malaret desde finales del siglo XIX, cuando esa familia francesa la adquirió como residencia familiar.
En la actualidad, en ese antiguo palacio, que posee bellos trabajos de ebanistería de los reconocidos talleres Alarcón y vestigios de pintura mural en su sala de baile, funciona actualmente la Casa Parroquial de la Catedral de Cumaná.
Poseemos una alzada de su fachada, perteneciente a la Colección Zenaida Varela Mago, en la cual vemos la misma disposición que tiene en el presente, pero sin el aparato decorativo, consistente en elementos de transición entre el rococó y el neoclásico, propios de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.
Sobre las ventanas había festones sostenidos en el centro por un pequeño pabellón semi esférico, haciendo una honda que penetra una argolla que hace descender los extremos del simulado paño.
Sobre la puerta de ingreso, hay un escudo de armas (del cual no conocemos la gens), del cual sale a ambos lados: el festón, de la misma manera que sobre las ventanas. Las repisas de las ventanas eran de triple moldura descendente, actualmente inexistentes.
Hoy, todavía se conservan las rejas de estilo sevillano. Una cornisa corre sobre toda la fachada, con gárgolas de boca de cañón, que delatan el origen gubernamental real del edificio. El parapeto descansa sobre la cornisa y estaba constituido por cinco paños con espejos, divididos por pilastrillas dobles sobremontadas, las cuales se encontraban coronadas por pináculos bulbiformes estriados, de tradición andaluza.
