Plaza Ayacucho

Plaza Ayacucho

En el informe (7 dic. 1889) de la Junta de Fomento que administrara las obras de Sucre, explica que en los terrenos que se escogieron para la construcción de la Plaza de Ayacucho: Una, “superficie, que mide 150 metros de largo por 70 de ancho, se encontraban por el Naciente tres casas de propiedad particular y los escombros del teatro y cuartel de artillería, derruidos por la catástrofe de 15 de julio de 1853, y por el poniente varios solares que el Parque ocupa”.

El Presidente de la República Dr. Rojas Paúl, decreta el 9 de diciembre de 1888, la construcción de una Plaza en honor al Gran Mariscal de Ayacucho en la ciudad de Cumaná, que contenga una estatua ecuestre. El Ingeniero Antonio Jacinto Palacios del MOP, es nombrado Director Científico de las obras que se ejecutaran en honor al Gran Mariscal de Ayacucho, en Cumaná estado Sucre. Se comisiona al Ingeniero Antonio Jacinto Palacios para hacer fundir en Europa y mandar a Cumaná la estatua ecuestre del Gran Mariscal de Ayacucho: una estatua ecuestre del Gran Mariscal en bronce con las proporciones del Simón Bolívar elaborado por Tadolini, y un pedestal de granito según planos consignados por el Ingeniero Palacios. El material utilizado para la elaboración de las piezas será de primera clase, y debe de estar dividido en piezas para su mejor traslado. El pago correspondiente a 24.000 dólares será entregado en tres partes, la primera al comenzar los trabajos, la segunda al concluir el modelo para fundir la estatua y al entregar la estatua y el pedestal. No podrá fundirse otra estatua con el modelo escogido para el Gran Mariscal sin una orden del Gobierno de Venezuela.

Fue inaugurada el 28 de octubre de 1890, por el Gobierno Nacional con toda la solemnidad de la ocasión la Plaza de Ayacucho y la estatua del Gran Mariscal, hijo Ilustre de Cumaná; y fue entregada a la Municipalidad para su conservación y custodia.

Puente Guzmán Blanco, H. Neun, 1866.

Puente Guzmán Blanco, Litografía de H. Neun; 1866.

El Cuartel de las tres compañías: El sismo que asoló a Cumaná en 1797 causó graves daños al cuartel y a sus tropas. El ingeniero Centeno Grau en su obra “Estudios Sismológicos”, cita a Humboldt: En 1794 experimentaron otro temblor fuerte y el 14 de diciembre de 1797 las cuatro quintas partes de la ciudad fueron completamente destruidas. Agustín Codazzi, en su obra “Resumen de la Geografía de Venezuela” (1841): El 10 de septiembre de 1794 hubo un temblor y el 14 de diciembre de 1797 fue de nuevo arruinada, cayendo casi todos sus edificios de piedra. De acuerdo a estas referencias se puede concluir que esta edificación ha debido de sufrir severos daños que consecuencialmente fueron reparados y que continuó funcionando hasta mediados del siguiente siglo.

El 15 de julio de 1853, un fuerte terremoto azota la Ciudad de Cumaná, convirtiendo en escombro gran parte de sus edificaciones.

El cuartel nuevamente vuelve a ser afectado, esta vez por el sismo de 1853. Centeno Grau cita al Dr. Luis Daniel Beauperthuy: El 15 del mes de julio a las 2 y 25 minutos de la tarde la ciudad de Cumaná sufrió uno de los terremotos más violentos de este siglo. Por más de un minuto tembló la tierra. El primer movimiento que duró poco fue de oscilación en la dirección del Norte al Sur; el segundo fue de trepidación y duró más. El movimiento de oscilación demolió las casas y demás edificios; y el de trepidación rechazó de la tierra todas las obras de la industria humana. Nada resistió la combinación de estos movimientos, ni las mismas casas fabricadas de pajareque a imitación de las jaulas de pájaros… Han desaparecido los templos de Santa Inés, del Carmen, de la Trinidad y de Altagracia, que eran los que existían, y los edificios públicos siguientes: el colegio…, la Casa de Gobierno, la aduana y el cuartel. También cayó el puente que se hallaba construido sobre estacas. De suerte que la destrucción fue completa. Grau hace la relación de un testigo ocular: Se abrieron grietas paralelas a las márgenes del río Manzanares. El cuartel de infantería, artillería, caballería, etc., cayó todo y como en su área se encontraron desplomos cavernosos, fue imposible investigar el número de soldados, caballos, monturas y armas que quedaron bajo las mamposterías que cayeron unas sobre otras. Con todo, el señor Martínez, ayudante mayor, asevera que la acuartelada no bajaba de 1.000 hombres…. La severidad de los daños en estas edificaciones se puede explicar por la magnitud de los eventos sísmicos y por su localización. El cuartel estaba ubicado en las márgenes del río Manzanares, que en concordancia a la nueva zonificación sísmica de la ciudad, son los terrenos más susceptibles de recibir los mayores efectos sísmicos por su textura de aluviones y alto nivel freático.

Plaza Ayacucho

Plano de la Plaza Ayacucho (Escala 1:500, MOP 1888).