Convento de San Francisco
Plaza “Plaza Ribero” / “Badaracco Bermúdez”
El barrio de San Francisco, de la ciudad de Cumaná, se consolida en el entorno del Convento de San Francisco en el transcurso del siglo XVIII. Es el producto poblacional de la actividad religiosa, política y comercial alrededor del espacio frontal y en la interioridad del convento. Espacio que pasó a ser la plaza pública de ese conjunto poblado, lugar común para: mercado, actividades públicas populares y de gobierno, encuentro vecinal y sitio de castigo público. La plaza Ribero, era el sitio de partida y de llegada para los visitantes y viajeros a las tierras al sur de Cumaná, con destino a Cumanacoa y más allá.
Fue en la plaza de San Francisco (luego plaza Ribero y después plaza Domingo Badaracco Bermúdez) donde, el 30 de septiembre de 1815, fue fusilado y descuartizado el héroe nacido en Cariaco, coronel José Ribero; días antes lo mismo hicieron al teniente de origen cumanés José Carlos Peñalosa. Bien merecido será que esa plaza pública recupere su anterior denominación de Plaza Ribero; sin perjuicio de que en algún otro lugar se le rinda homenaje al sabio educador y benevolente Dr. Domingo Badaracco Bermúdez.
Forma el convento, parte importantísima del proceso de consolidación de Cumaná y de los centros poblado de la colonia en el Oriente Venezolano. Fue asignado a la orden de los Franciscanos Observantes (segunda mitad del S. XVII), desde donde actuaron para colonizar y actuar al lado de los cuerpos armados criollos y peninsulares.
El Convento, Ocupa este lugar desde finales del S. XVI (1594) luego de la mudanza de la ciudad hacia 1583. En 1641, se autoriza la reconstrucción del Real Monasterio de Nuestra Señora de las Aguas Santas de la Regular Observancia, y se procede a restaurar el edificio. En 1752, se terminan los trabajos en la iglesia. A finales del siglo XVIII, el edificio se consolida en el lugar que posteriormente adoptó su nombre, Barrio de San Francisco
Fue en el Convento de san Francisco de Cumaná, donde se inician los cursos de nivel superior de Filosofía Escolástica y Teología Moral, de acuerdo a la Real Cédula emitida en San Ildefonso el 20 de septiembre de 1782; cuando la administración del gobernador Urrutia. El 28 de abril de 1812 la Legislatura del Estado Cumaná, aprobó el establecimiento de una Universidad republicana en el convento. El 28 de febrero de 1834, el general José Antonio Páez emite un decreto presidencial ordenando que, con los bienes (muebles e inmuebles), rentas y capellanía del convento de San Francisco, funcione el Colegio Nacional de Cumaná. Instalaciones donde funcionó hasta que el terrible terremoto de 1853 lo arruina y hubo de mudar al centro de la ciudad. En un inventario realizado en febrero de 1823, figuran como bienes del convento una interminable lista de alhajas y ornamentos en su gran mayoría de oro y plata, de imágenes, de sus altares y retablos sobre dorados, lo que es un indicativo de sus riquezas a final del período de la Guerra de Independencia. Esta majestuosa institución religiosa y universitaria, luego de 1853, declinó su uso: fue teatro y hasta fábrica de jabón. Su entorno, espacios y muros aledaños fueron afectados luego de 1937, por la construcción de la vía pública a la margen del río; la avenida Pedro Elías Aristiguieta. En el año 1945, la construcción de la carretera Cumaná-Cumanacoa dividió el convento y obligo a reajustar sus linderos. Desde la década del 60 del pasado siglo XX, las ruinas del convento y sus espacios aledaños, fueron solicitadas en comodato para su resguardo y revitalización por la Universidad de Oriente; revitalización que aún espera su materialización.
Crecimiento urbano de la Ciudad de Cumaná: siglos XVI (1583) al XXI (Contreras, R.; 2008).